Las apariencias

Desde pequeños nos enseñan a disimular, a callarnos, a comportarnos como el otro cree que debemos comportarnos, a mantener las apariencias. Luego de años y años de entrenamiento los Camacho nos convertimos en verdaderos maestros en el arte de guardar las apariencias, pero la vida a veces es mas fuerte que las mentiras que mantenemos para sobrellevarla, y es entonces que las apariencias revientan, dejándonos completamente desnudos, indefensos ante verdades que no sabemos ni podemos enfrentar.
Es cierto, las apariencias nos encubren, nos protegen ante los demás de nuestros dolores mas profundos y nuestros secretos mas oscuros, pero también son un arma de doble filo, las apariencias engañan para bien o para mal.

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