Guardar las apariencias

No hay nada mas incómodo para un Camacho que dar un espectáculo, o hacer un numerito, como se dice vulgarmente.
Primero muertos, antes que poner en evidencia nuestras debilidades, nuestra inseguridad, no señor, más vale volverse de piedra, que bajar la guardia.
A fin de cuentas, sabemos que siempre tendremos el espacio donde hacer nuestro numerito, en privado. 

Los Camacho crecimos entre muchas consignas, una de ellas fue
- ¡Nunca den un espectáculo!
No es una premisa tan mala, despues de todo. La verdad, para eso están los toros, el box, la lucha libre y ahora, hasta el futbol.
El problema es cuando el espectáculo se instala en nuestras vidas y nos obliga a dejar de ser espectadores, para convertirnos en actores. Algunos, tal vez lo logren con éxito, otros en cambio, terminamos sucumbiendo ante el pánico escénico. Aunque nos moleste, como dicen los de la farándula, "El espectáculo debe continuar". 

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